Azcón impulsa cambio ‘histórico’ en economía aragonesa con gigafábrica y impacto ‘extraordinario’ en empleo
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, habló del «cambio histórico y sin precedentes» para la economía aragonesa con el anuncio de la construcción de una fábrica de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) -gigafábrica- en la planta de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), que supondrá una inversión de hasta 4.100 millones de euros, además de la garantía del «millón de dólares», y que tendrá un impacto «extraordinario» en el empleo.
Jorge Azcón compareció este martes ante la prensa para esbozar los primeros detalles del impacto que tendrá la implantación de la gigafábrica en la planta de Stellantis en Zaragoza. Este hecho se produce tras el acuerdo de la compañía automovilística con CATL, materializado mediante la creación de una empresa conjunta al 50%.
«El anuncio de la gigafábrica de Stellantis no sólo significa anclar algo tan importante como la industria en nuestra comunidad, sino que también podemos proyectarnos hacia el futuro con optimismo en un momento extraordinariamente complicado», enfatizó el jefe del Ejecutivo regional.
Para resaltar la «magnitud» del anuncio de Stellantis y CATL, Jorge Azcón afirmó que el sector de la automoción representa aproximadamente el 6% del PIB de Aragón, el 30,4% del empleo industrial y el 35% de las exportaciones totales.
Según datos de 2023, la facturación del sector de la automoción en la comunidad autónoma ha alcanzado casi los 11.775 millones de euros, lo que supone que alrededor de la «gran fábrica de baterías Stellantis» hay más de 300 empresas, es decir, prosiguió, unas 35.000 plazas de trabajar, de los cuales 4.500 están directamente vinculados a la fábrica que la compañía tiene en Figueruelas.
Estas cifras «reflejan la importancia de la industria automovilística aragonesa para la economía regional, pero también para la economía nacional. Sin Aragón, España no sería el segundo productor de vehículos de Europa y el octavo del mundo», aseguró.
Así, en el contexto de la «reconversión» que vive el sector de la automoción a nivel mundial, debido, por un lado, a la obligación de transformar una industria de combustión en eléctrica, y, por otro, a la necesidad de Ante la competencia de China -con unos costes de producción un 30 por ciento inferiores a los europeos-, Azcón insistió en la relevancia de la decisión de Stellantis y CATL de elegir Aragón para construir su gigafábrica.
Por otro lado, Jorge Azcón profundizó en los motivos que llevaron a Stellantis y CATL a mirar a Aragón, añadiendo que es un proceso que culmina después de «mucho tiempo haciendo muchas cosas bien en nuestra comunidad autónoma».
Además de la posición geoestratégica, las energías renovables disponibles en la comunidad autónoma y contar con una fábrica -de Stellantis- «pionera en costes, competitividad y diálogo social», hay suficiente terreno disponible para ubicar la nueva fábrica de baterías en las instalaciones de la compañía en Figueruelas. «Cuando se planificó la llegada de General Motors en 1981, se hizo una previsión del terreno que hoy facilita su implantación y, de esta manera, la producción en Aragón será más competitiva», afirmó Azcón.
«La decisión de invertir 4.100 millones de euros generará inversiones colaterales de varios cientos de millones o incluso mil millones de euros en las plantas de energía renovable que serán necesarias para alimentar esa fábrica», afirmó el presidente aragonés, que también celebró el impacto «extraordinario» que tendrá tendrá sobre el empleo, ya que reforzará los puestos de trabajo que Stellantis Figueruelas mantiene actualmente y creará miles de nuevos empleos «de calidad y alta calificación».
Respecto a los efectos económicos y sociales que tendrá la puesta en marcha del proyecto de la gigafábrica de Zaragoza, Jorge Azcón se refirió al impacto «sobre el PIB aragonés» y su contribución a la diversificación de Aragón hacia un nuevo ámbito tecnológico e industrial en Europa. También ha destacado que la producción de baterías, clave en la transición energética global, «reforzará las exportaciones aragonesas».
Asimismo, incidió en la sostenibilidad como bandera de este proyecto industrial, con una fábrica «referente» en materia de cuidado del medio ambiente.
Por todo ello, Azcón afirmó que el anuncio de esta inversión “nos ancla en la que ha sido la tradición automovilística de Aragón y nos proyecta hacia el futuro. La sociedad aragonesa debe estar satisfecha y feliz, porque la riqueza, el empleo y la prosperidad que supone, en un ámbito tan convulso como el actual sector de la automoción, que la comunidad autónoma sea el epicentro de las mejores noticias a nivel europeo es extraordinaria».
Ha añadido que se enmarca en un «año magnífico» donde en la comunidad autónoma «ya hemos superado los 40.000 millones de euros en anuncios empresariales a lo largo de este año, una cifra mágica que se alcanza gracias a las muchas empresas que han considerado que Aragón es el mejor destino».
«El año 2024 será el año que catapulte el crecimiento económico de Aragón en los próximos años. Hoy somos, sin duda, la primera comunidad autónoma a la hora de atraer inversiones», afirmó.
Respecto a los trámites del proyecto, el presidente aragonés ha explicado que en «unos días» se aprobará la Declaración de Interés General (DIGA), que precede al Plan de Interés General de Aragón (PIGA). Este segundo contendrá específicamente el número de puestos de trabajo, las inversiones y el cronograma que acompañará al proyecto de gigafábrica.
Estimó que en unos seis meses estará finalizado todo el procedimiento administrativo, de acuerdo con los compromisos adquiridos con Stellantis y CATL, por lo que aseveró que será «el trámite más rápido que hayamos hecho en la historia, que tenga constancia», con seguridad jurídica. «, lo que será posible gracias al trabajo de «muchos meses».
Se espera que la planta inicie la producción a finales de 2026 en la planta de Stellantis y podría alcanzar una capacidad de hasta 50 gigavatios hora (GWh), informó la compañía automovilística. Además, está diseñado para ser completamente neutro en carbono.
Fuentes de la compañía señalaron a Europa Press que la inversión en Zaragoza es una de las «más importantes» de la historia de Stellantis en España. Se espera que la operación, sujeta a la aprobación regulatoria, se cierre a lo largo de 2025.
Azcón concluyó: “Hay pocas industrias que consuman tanta energía como la automoción, pero serán muy pocas las decisiones empresariales que tengan un impacto tan positivo a nivel económico, de creación de empleo, de inversión, de consumo de energía, de durabilidad y de atracción. Un talento como este es un proyecto redondo, no tiene problemas».
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