Importante medida de protección a personas con discapacidad ante tribunales en Galicia
El sistema de «adaptación a la lectura fácil», disponible en los juzgados gallegos desde 2019, se ha convertido en una herramienta «clave» para hacer realidad el concepto de justicia inclusiva y, según los expertos, tanto en el ámbito jurídico como en el social, «puede suponer la diferencia entre una situación de impotencia y una de plena comprensión y conciencia» de una resolución que afecta a la vida de una persona discapacitada.
El servicio, disponible en base a un convenio firmado -que se renueva anualmente- entre la Xunta y Fademga Plena Inclusión (que agrupa a asociaciones en favor de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo), permite adaptar los documentos jurídicos a un formato «fácil lectura», es decir, que sea comprensible para esas personas.
En los últimos días se ha publicado un ejemplo del funcionamiento de esta herramienta, aunque no es el primero ni el único. Así, el Juzgado de lo Social 2 de Vigo dictó sentencia reconociendo a una persona discapacitada el derecho a percibir una pensión de orfandad, a pesar de que la Seguridad Social se la denegó, ya que los informes médicos demuestran que no tiene capacidad para trabajar.
Para su comprensión, la frase se divide en varias partes bajo diferentes títulos: “¿Qué es este documento? ¿Por qué presentó una demanda? ¿Qué hizo el juez para tomar las decisiones? ¿Qué dicen todos? estos documentos sobre ti ¿Qué explica el juez en esta sentencia? ¿Qué pasa si no está de acuerdo con esta sentencia?
El documento explica por qué el juez Germán Serrano (que, además de decano de los juzgados de Vigo, es delegado de discapacidad de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG), tomó esa decisión e incluso explica Por eso el magistrado pidió la adaptación de su resolución: «La lectura fácil es una forma de escribir para que los documentos sean más fáciles de entender. El tribunal pidió esta adaptación porque tienes derecho a comprender la información que afecta la vida», dijo. dice la frase.
Para que un documento sea “adaptado” debe existir una solicitud del tribunal, pero no necesariamente del juez, esto también lo puede hacer el Ministerio Público o incluso el interesado, a través de su representante procesal, quien debe enviar dicho documento. petición al tribunal. De ahí, el documento (sentencias, órdenes, decisiones sobre medidas, etc.) pasa a Fademga, donde su equipo se encarga de transformarlo en un formato de fácil lectura.
Según explicó a Europa Press Sheila Varela, técnica de integración social de Fademga y responsable de este servicio en el ámbito jurídico, el proceso no pasa simplemente por «traducir» el documento a términos comprensibles, sino que se trata de un cuidadoso proceso de validación por parte de varias personas. con discapacidad o problemas de comprensión lectora «para asegurar que efectivamente se entiende la adaptación y entienden los términos del documento y sus consecuencias».
Todo este proceso también es supervisado en Fademga por un abogado, antes de enviar el documento de vuelta al tribunal para verificar que, efectivamente, la adaptación corresponde a la decisión judicial adoptada.
Sin embargo, a pesar de la utilidad de este servicio, defendida tanto por Fademga como por los tribunales, su uso aún no está muy extendido. Así, en 2024 se enviaron a Fademga 67 solicitudes de adecuación de documentos, de las cuales alrededor de 40 pudieron ser resueltas, en función de los recursos de que dispone la propia Federación. «Es muy importante que los tribunales lo soliciten y que la gente sepa que está disponible, que es gratis», enfatizó Varela.
La herramienta está enfocada a personas con discapacidad y, en su mayor parte, se solicita desde la jurisdicción de Familia, desde donde se toman la mayoría de decisiones relacionadas con la situación de este colectivo, pero también se puede solicitar en otros ámbitos judiciales, como como el Social o incluso el Código Penal, ya que «las personas con discapacidad pueden verse inmersas en cualquier proceso legal, en el que acuerden las medidas que afectan a su vida, ya sea una tutela o tutela, ya sea una condena penal».
De hecho, explicó Sheila Varela, Fademga ya detectó la necesidad de este servicio hace años, en su contacto con presos discapacitados, al darse cuenta de que «muchos de ellos no entendían la sentencia, los procesos de apelación, ni los documentos». Así, entre los documentos adaptados por estos profesionales se incluyen «las diligencias completas» porque los afectados deben comprender no sólo las sentencias, sino también el resto de informes y resoluciones que finalizan con una determinada decisión.
Por todo ello, pidió que se «difunda más» este instrumento que, junto con otras medidas, como la figura del «facilitador» (que acompaña a las personas con discapacidad en el ámbito judicial), permite evitar el » «no defensa» de este grupo. «Está en la ‘intranet’ de la Xunta, pero no es muy visible», ha lamentado, al tiempo que ha pedido «más recursos» para estar más atentos a las peticiones judiciales.
El juez Germán Serrano, por su parte, coincidió en resaltar la utilidad de esta herramienta y la importancia de su difusión y promoción, máxime ahora que el marco normativo español, siguiendo las directrices de la Convención de Nueva York (2016), enfatiza que las personas con personas las personas con discapacidad tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos, y las administraciones deben apoyarles para que puedan ejercerla.
Por ello, ha subrayado la necesidad de que todos los operadores jurídicos sean conscientes de la existencia de este servicio, en cuanto detecten una situación de «impotencia» o «vulnerabilidad» que afecte a las personas con discapacidad, que también deben implicarse: «» Todos debemos ser proactivos.»
Serrano también enfatizó que el uso del servicio de comparación de fácil lectura «no ralentiza ni sobrecarga» los tribunales y recordó que al fin y al cabo, el DOJ está «en el espíritu de servicio público». «.
Por otro lado, facilitar la comprensión de los documentos a las personas cuya vida puede verse condicionada por una decisión judicial, facilita su acceso a la Justicia y «una conexión más directa con el tribunal, sin intermediarios».
«El acuerdo con Fademga está dirigido a personas que tienen un determinado tipo de discapacidad intelectual, pero por otro lado también nos puede servir como ‘piedra de toque’ para reflexionar sobre cómo intentar que las resoluciones judiciales, las decisiones sean legales, comprensibles». para todas las personas involucradas. No sólo para los representantes legales, que deben tener el rigor técnico para saber lo que dice una sentencia, sino también para la persona a quien va dirigida”, enfatizó.
El magistrado recordó que las últimas reformas legislativas dan «preeminencia» en los procesos a personas con especial vulnerabilidad, como las personas con discapacidad, pero también a las personas mayores, así como «de los órganos gubernamentales (decanatos, presidentes de tribunales, cámaras de gobierno, etc.) . ) .) se debe brindar un canal más cercano para acompañar a las personas que se dirigen al tribunal”, especialmente en el caso de víctimas y personas vulnerables por edad o condición. «Cuando sea necesario, un tribunal o una sede judicial también puede ser un lugar acogedor dentro de nuestras posibilidades», proclamó.
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