El gobierno venezolano rechaza proyecto de ley de EE.UU.

El gobierno venezolano rechaza proyecto de ley de EE.UU.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro rechazó la aprobación por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un proyecto de ley bipartidista que busca cortar su flujo financiero.

La iniciativa debe ser aprobada por el Senado y para convertirse en ley debe ser firmada por el presidente estadounidense. La reacción llega un día después. «Cámara de Representantes aprobará proyecto de ley bipartidista para prohibir operaciones y arrendamientos con el régimen autoritario ilegítimo de Venezuela» conocida como la «Ley Bolívar».

La legislación fue presentada el lunes por el congresista republicano Mike Waltz, elegido por el presidente electo Donald Trump para desempeñarse como asesor de seguridad nacional, y la demócrata Debbie Wasserman Schultz, ambos de Florida.

La reacción en Caracas fue inmediata.

«Este instrumento busca impedir la relación y cooperación económica de Venezuela y Estados Unidos en diversos campos de acción, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas», señala un comunicado publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

¿Qué busca la medida?

La legislación busca prohibir temporalmente a las agencias estadounidenses celebrar contratos para adquirir bienes o servicios «con cualquier persona que determine, con la aprobación del Departamento de Estado, que participa conscientemente en transacciones comerciales significativas con el régimen de Maduro».

Para el gobierno venezolano, se trata de un «nuevo ataque» que, según afirma, se suma a más de 930 medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela. Además, llamó a los organismos de derechos humanos de Naciones Unidas y a la comunidad internacional a condenar el acto, que calificó de «ilegal y violatorio» de la soberanía nacional.

Según una publicación de la congresista republicana María Elvira Salazar, las regulaciones «cortan una línea financiera adicional» al gobierno de Maduro, reafirman el apoyo al ex candidato presidencial Edmundo González Urrutia, a quien llama presidente electo de Venezuela, y «alaban las sanciones existentes contra la dictadura chavista ilegítima».

Maduro fue declarado ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio para un tercer mandato, pero la oposición, que divulgó copias de las actas conservadas por los testigos en la mesa, denunció el fraude y atribuyó la victoria a González Urrutia, quien ahora se ve obligado «a España.

Parte de la comunidad internacional no reconoció a Maduro como ganador y pidió una verificación independiente de los resultados que desencadenaron protestas que dejaron 28 muertos y más de 2.400 detenidos.

Aunque la política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela es bipartidista, aún no se sabe qué posición adoptará Trump, ya sea una política de máxima presión como en su primer mandato o una postura más moderada como la adoptada por el actual presidente, Joe Biden, que se ha relajado algunas sanciones contra la industria petrolera venezolana.

El Gobierno de Maduro ha manifestado su voluntad de establecer «buenas relaciones» basadas en el «diálogo, el respeto y el sentido común» con el próximo ocupante de la Casa Blanca.

FUENTE

nuevaprensa.info

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