Consejo de jardinería para prepararse antes del invierno
Si el jardín es tu lugar favorito para relajarte en verano, puede resultar tentador descuidarlo cuando las temperaturas bajan drásticamente, con el mercurio acercándose a los 0°C. Sin embargo, el secreto de un jardín agradable a la vista en los días soleados pasa por un cuidadoso mantenimiento en invierno, especialmente antes de que lleguen las primeras heladas. Ciertas tareas son absolutamente esenciales para mantener saludables tus espacios verdes.
Si el jardín no se mantiene antes de la primera helada, las consecuencias pueden ser desastrosas para él. Plantas sensibles al riesgo de frío pueden morir o deteriorarse rápidamente tan pronto como las temperaturas se acercan o caen por debajo de cero. Si el terreno queda desnudo en esta época del año, su exposición a las heladas puede provocar erosión y agotamiento de nutrientes. Este fenómeno hace que el suelo sea más compacto y menos fértil, por lo que será más difícil trabajarlo en primavera.
Por tanto, un jardín mal preparado antes del invierno está en riesgo de quedarse atrás cuando se reanude la temporada. Las plantas debilitadas por el frío tardarán más en desarrollarse y el suelo agotado requerirá enmiendas adicionales para volver a ser fértil. El periodo actual es, por tanto, fundamental para preparar el jardín para la dureza del invierno y para el renacimiento de la primavera.
En otoño, una gran cantidad de desechos pueden terminar en el césped y las plantas. A medida que avanza la temporada, hojas muertas y ramas rotas tienden a acumularse en el suelo del jardín. Estos residuos vegetales –así como las malas hierbas– pueden convertirse en refugios para las plagas durante el invierno. Antes de las heladas, tómate tu tiempo desmalezar y limpiar las camas. Eliminación de hojas muertas y plantas marchitas. Este paso no solo ayuda a prevenir la propagación de enfermedades, sino que también permite que el suelo absorba mejor los fertilizantes y enmiendas que agregas en preparación para la primavera. Una vez realizada la limpieza, también se recomienda cavar el suelo para airearlo y hacerlo menos compacto.
Antes de que lleguen las primeras heladas, el suelo necesita otro impulso para facilitar una nueva actividad: un aporte de fertilizante o compost. El abono nutre profundamente el suelo durante el invierno, lo que promueve una mejor fertilidad para las plantaciones de primavera. También se pueden sembrar antes del invierno abonos verdes como la mostaza o la phacelia para proteger y revitalizar el suelo.
El acolchado es una eficaz protección natural contra el frío. Añadiendo una capa de mantillo alrededor de sus plantas perennes, arbustos y rosales. Mantenga las raíces aisladas de las variaciones de temperatura. Utilice paja o astillas de madera para cubrir la base de las plantas. El mantillo también ayuda a limitar la evaporación del agua, reduciendo así las necesidades de riego durante la estación fría. Si tienes una o varias plantas mediterráneas, deberás prestarles especial atención. En realidad, son más sensibles al frío y es necesario protegerlos como prioridad.
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