5 especies para observar y admirar este invierno.
1. El carbonero común: el acróbata del jardín
Con su vientre amarillo brillante, su cabeza negra y sus mejillas blancas, El gran pitigoi es imprescindible en los jardines de invierno. Esta pequeña y ágil ave es conocida por sus acrobacias a la hora de alimentarse, no dudando en colgarse de una rama para coger semillas.
Para atraerlo, ofrézcale comederos llenos de pipas de girasol, bolitas de grasa o incluso nueces trituradas.
El tetazo también lo agradece seto y espesos arbustos donde encuentra refugio y alimento. Si tienes la suerte de tener un nido, es posible que se instale allí a finales del invierno para prepararse para la temporada de reproducción.
2. El Petirrojo: Un cantante con un gran corazón
Es imposible pasar por alto esta icónica ave invernal con su plastrón rojo anaranjado y su mirada curiosa. Robin es un solitario que no duda en defender su territorio con vigorincluso en climas helados. Ellos canción melodiosaEscuchada a menudo al amanecer, es una de las músicas más bellas del invierno.
Para animarlo a frecuentar tu jardín, Deje algunas áreas naturales donde pueda encontrar insectos y gusanos. Al petirrojo también le gustan el pan rallado sin sal, los frutos secos o los trozos de manzana.
Instale un plato de agua para permitirles beber y limpiarse, especialmente cuando las fuentes de agua naturales están congeladas.
3. Miedo: el visitante elegante
El cifidou, con su plumaje en tonos marrones, azules y rojos, es una auténtica decoración para el jardín. Este gorrión tímido Generalmente prefieren mordisquear el suelo debajo de los comederos.donde recogen las semillas caídas.
Para maximizar sus posibilidades de verlo, espolvoree la tierra con semillas mixtas como mijo o copos de avena.
A esta ave también le gustan los frutos secos o los trozos de pan duro. Arbustos y setos le proporcionan el refugio ideal para descansar en paz.
4. El zorzal común: un virtuoso discreto
Más discreto pero igualmente fascinante, el zorzal deleita con su canto complejo y variado. Se reconoce por su plumaje marrón moteado en el pecho y su tamaño ligeramente mayor que el de un petirrojo.
El zorzal se alimenta principalmente de bayas e insectos.lo que convierte a los arbustos de bayas (como el acebo, el saúco o la piracanta) en valiosos aliados para atraerlo. Durante los periodos de heladas, también puede acercarse a los comederos en busca de trozos de fruta o semillas.
5. El cardid europeo: una explosión de color
Entre los pájaros que vitorean en invierno, el jilguero americano es sin duda uno de los más coloridos. Con su cabeza de color rojo brillante, sus alas amarillas y su plumaje blanco y negro, llama inmediatamente la atención. Este pequeño y sociable paseriforme suele viajar en grupos.añadiendo un toque de vida y dinamismo al jardín.
Para seducir a los cordiales, optar por semillas de cardo o girasolque les gusta especialmente. Instale sus comederos en lo alto, en un lugar tranquilo, para que puedan descansar allí de manera segura.
Cómo convertir tu jardín en un refugio invernal para los pájaros
Para observar estas especies y muchas otras, es fundamental crear un ambiente acogedor. Aquí hay algunas acciones simples pero efectivas:
- Instale fuentes de alimentación adecuadas: Varíe los tipos de semillas y los entornos para atraer una amplia gama de especies.
- Plantar arbustos de bayas: Proporcionan alimento y valiosos escondites.
- Sugerir un punto de agua: Una simple taza llena con regularidad puede marcar la diferencia, especialmente durante las épocas de congelación.
Agregar setos, árboles o cajas nido puede enriquecer su jardín al brindarles a las aves refugio del frío y los depredadores.
Los beneficios de las aves para tu jardín
Más allá del placer visual y auditivo que aportan, las aves desempeñan un papel crucial en el ecosistema de su jardín. Se alimentan de insectos dañinos, contribuyen a la polinización y participan en la dispersión de semillas. Al acogerlos, fomentas la biodiversidad mientras disfrutas de un jardín más vibrante y equilibrado.
La opinión de un experto
Según Marie Dubois, ornitóloga especialista:
“El invierno es una época crítica para las aves, ya que los recursos naturales se vuelven escasos. Al proporcionarles zonas de alimentación y refugio, no sólo les ayudas a sobrevivir, sino que también conviertes el jardín en un lugar único para la contemplación. »
Un jardín lleno de vida, incluso en invierno
A medida que los días se acortan y la naturaleza parece dormida, las aves invernales aportan energía y belleza incomparables a su jardín. Al darles una cálida bienvenida, participas en su supervivencia mientras disfrutas de un espectáculo natural y reconfortante.
Convierte tu jardín en un paraíso, abre los ojos y los oídos: Este invierno, estas cinco especies bien podrían convertirse en las estrellas de tus mañanas. ¿Y quién sabe? Quizás al observarlos descubras visitantes aún más inesperados.