Brote de E. coli relacionado con las cebollas servido en hamburguesas de un cuarto de libra de McDonald’s ha enfermado al menos a 104 personas en Estados Unidos, 34 de las cuales fueron hospitalizadas, dijeron el miércoles funcionarios federales de salud.
Se han detectado casos en 14 estados, según una actualización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Una persona murió en Colorado y otras cuatro desarrollaron una complicación renal potencialmente mortal.
Se han reportado al menos 30 casos en Colorado, otros 19 en Montana, 13 en Nebraska, 10 en Nuevo México, ocho en Missouri, ocho en Utah, seis en Wyoming, tres en Kansas, dos en Michigan, uno en Iowa, uno en Carolina. del norte, uno en Oregon, uno en Washington y otro en Wisconsin.
Los contagios se reportaron entre el 12 de septiembre y el 21 de octubre. Al menos siete de los afectados afirmaron haber comido en McDonald’s durante un viaje.
Según los CDC, las cebollas en rodajas servidas en hamburguesas Quarter Pounder fueron identificadas como la posible fuente del brote. Taylor Farms, una empresa agrícola de California, retiró del mercado cebollas posiblemente relacionadas con el brote.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) realizó análisis en los que se detectó en una muestra de cebolla un tipo de bacteria E. coli que produce una toxina peligrosa, pero no coincidía con la cepa que provocó el brote, informaron a funcionarios.
El riesgo es bajo, según las autoridades.
Los restaurantes de varios estados eliminaron de los menús las hamburguesas de un cuarto de libra en los primeros días del brote. Las cebollas que se servían en los establecimientos McDonald’s ya pasaron su fecha de caducidad y ya no están disponibles al público. Los funcionarios de los CDC dijeron que el riesgo para el público sigue siendo bajo.
El tipo de bacteria implicada en este brote causa alrededor de 74.000 infecciones cada año en Estados Unidos, lo que provoca más de 2.000 hospitalizaciones y 61 muertes al año, según los CDC.
Los síntomas se desarrollan rápidamente, dentro de los dos primeros días después de ingerir alimentos contaminados, y suelen incluir fiebre, vómitos, diarrea o diarrea con sangre y signos de deshidratación: poca orina, aumento de la sed y mareos.
La infección puede provocar un tipo grave de daño renal, especialmente en niños menores de 5 años. La intoxicación por E. coli en niños pequeños requiere atención médica inmediata.