1.004 especies invasoras ponen en peligro la biodiversidad del Caribe

1.004 especies invasoras ponen en peligro la biodiversidad del Caribe

Al menos una cuarta parte de las recientes extinciones de reptiles se atribuyen a la introducción de mangostas en el Caribe. Un estudio de CABI identificó que hay 1.004 especies invasivas en el Caribe (de los cuales se detallaron alrededor de 171) que generan diversos daños, tanto en la salud humana y animal, como en el desarrollo económico de la zona.

La región es uno de los principales centros de biodiversidad del mundo, con altos índices de endemismo (hábitats exclusivos) entre sus 520 especies de reptiles, 189 anfibios, 564 aves y 69 mamíferos. De las 11.000 especies de plantas identificadas en la región, la guía señala que el 72% son endémicas.

Pero esta riqueza se ve amenazada por organismos que llegan intencional o accidentalmente a lugares donde han encontrado condiciones para desarrollarse. «El efecto de los gatos salvajes fue particularmente severo», añade Arne Witt, autor de la guía, en un correo electrónico a SciDev.Net, revelando que estos animales se alimentan de al menos 175 especies de vertebrados en 120 islas de todo el mundo. Y al menos una cuarta parte de las recientes extinciones de reptiles del Caribe se atribuyen a la introducción de mangostas, afirma el investigador.

En este contexto, tanto el Caribe como América del Sur deben redoblar sus esfuerzos para cumplir con el Marco Global de biodiversidad, que pretende reducir a la mitad la tasa de introducción de organismos invasores para 2030.

Para ello es fundamental «que no lleguen nuevas especies invasivas lo cual tiene mucho que ver con la bioseguridad y el control de fronteras», dice Aníbal Pauchard, coordinador del informe de la plataforma IPBES, que reveló que las actividades humanas han introducido más de 37.000 especies exóticas en el mundo.

Un conflicto omnipresente con las especies invasoras

Esta dinámica tiene un impacto significativo en la producción de alimentos, con pérdidas de cultivos globales de hasta el 40%. Los invasores también pueden afectar la salud humana. La rata negra, originaria de Asia tropical, es huésped de la bacteria que causa la peste; Los mosquitos africanos son vectores del dengue y la fiebre amarilla.

Las especies invasivas también pueden tener un impacto en la salud animal. La garrapata Amblyomma variegatum, por ejemplo, causa enfermedades cutáneas, infecciosas y hemorrágicas en rumiantes.

Las especies invasivas «Hay que verlo como parte del mismo proceso, en el que los seres humanos han involucrado a todas las comunidades biológicas, con una cantidad de impactos devastadores», advierte Pauchard.

Uno de los casos más sonados es el de los hipopótamos de Pablo Escobar, quien trajo a su finca cuatro ejemplares que comenzaron a criar hasta 130 individuos. En África, estos animales causan más muertes humanas que los leones, recuerda el naturalista argentino Claudio Bertonatti.

Daños de especies invasivas Se están expandiendo por toda América Latina. Casi 150.000 castores destruyen bosques en Argentina y Chile, con un costo de 135 millones de dólares; El conejo europeo avanza por el territorio peruano, alimentándose de cultivos para consumo humano, como quinua, avena, alfalfa y patatas.

En el norte de la región también causa estragos la rana toro, cuyas secreciones tóxicas pueden afectar a un gran número de especies. Otros organismos de alto impacto son los corales blandos, que dañan el hábitat de los peces y perjudican a los pescadores; y el pez león, «común en los acuarios, pero con un veneno muy fuerte en las aletas», describe Bertonatti.

Rango de respuestas

Dada la magnitud del problema, las estrategias de gestión deben incluir actividades de detección temprana y respuesta rápida, advierten los autores de la directriz CABI. «El control integrado es la forma más eficaz de erradicar a los mamíferos», explica Witt. Las invasiones de gatos, por ejemplo, suelen estar limitadas por la caza y el uso de trampas, en combinación con operaciones de envenenamiento o la liberación de enfermedades virales.

Pauchard añade que las técnicas también varían según el grupo de especies: «Los insectos son muy difíciles de erradicar una vez establecidos, mientras que los mamíferos como los conejos o los roedores pueden eliminarse de las islas con cierta facilidad».

Aunque la menor superficie de las islas y el hecho de que están rodeadas de agua contribuyen a estas tareas, su propia naturaleza también puede complicarlas, ya que a veces es demasiado tarde para actuar. «Los animales nativos de las islas evolucionaron sin depredadores, por lo que cuando fueron introducidos, no tuvieron escapatoria», argumenta Witt.

Independientemente de cada contexto, las técnicas de gestión deben abordarse «con sumo cuidado para evitar posibles daños ambientales y efectos secundarios no deseados», advierte Pauchard. Para eso hay que utilizar la ciencia, la experiencia y el conocimiento local”.

En este sentido, CABI trabaja junto a los agricultores en brindar herramientas digitales y clínicas que apuntan a reducir las pérdidas por plagas y enfermedades, además de promover la creación de un fideicomiso para asegurar recursos financieros para el control de plagas. especies invasivas.

Pablo Corso – SciDev.Net

FUENTE

nuevaprensa.info

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